En la era digital, nuestras vidas dejan una huella que va más allá del ámbito físico,
permaneciendo para siempre en el mundo virtual.
Las cuentas de correo electrónico, las redes sociales y los servicios de
almacenamiento en la nube recopilan información que conforma nuestra presencia
en línea.
A menudo subestimamos el impacto de esto y cómo afecta a nuestras vidas, ya que
esta información, de la cual a veces no somos conscientes y sobre la cual no
tenemos control total, influye directamente en nuestra privacidad y perdurará incluso
cuando ya no estemos aquí.
Al compartir información en línea, surge la preocupación por nuestra privacidad y la
capacidad de controlarla. Es fundamental entender el impacto de nuestra huella
digital y cómo podemos proteger nuestros datos.
¿Cuáles son los riesgos de no tener control sobre
nuestra “Huella Digital”?
Es esencial tomar medidas para proteger nuestra huella digital, cómo ajustar las
configuraciones de privacidad, usar contraseñas seguras y ser conscientes de la
información que compartimos en línea. Si no lo hacemos, podríamos enfrentarnos a
una serie de peligros, incluyendo los siguientes:
● Violación de la privacidad: Los datos que compartimos en línea pueden ser
mal utilizados para invadir nuestra privacidad. Información como ubicaciones,
historial de navegación y detalles personales pueden ser explotados si caen
en manos equivocadas.
● Robo de identidad: Los datos personales almacenados en línea pueden ser
objetivos para ciberdelincuentes que buscan robar identidades. Este robo
puede tener consecuencias financieras y legales significativas.
● Publicidad no deseada y estafas: Las empresas monitorean nuestras
actividades en línea con el fin de adaptar la publicidad a nuestras
preferencias, por lo tanto, la información recopilada suele ser utilizada para
mostrar anuncios específicos.
● Riesgos laborales: La información personal compartida en línea,
especialmente en redes sociales, puede tener repercusiones en el ámbito
laboral. Publicaciones inapropiadas o polémicas pueden afectar la imagen
profesional.
● Impacto Emocional y Psicológico: Los datos compartidos en línea, como
fotografías o eventos personales, pueden ser utilizados para acosar a
personas vulnerables como los menores de edad.
● Permanencia de la Información: A pesar de nuestros intentos por eliminar
cierta información, a menudo no tenemos control total sobre ello,
especialmente cuando se trata de datos compartidos con terceros. Esto
puede dar como resultado que cierta información no deseada o
desactualizada siga estando disponible.
¿Qué es el derecho al “Olvido Digital”?
La Agencia Española de Protección de Datos explica que el “Derecho al Olvido”
permite solicitar la eliminación de vínculos con datos personales en los resultados
de búsqueda.
Estas regulaciones, respaldadas por la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea en 2014 y el Reglamento (UE) 2016/679, requieren que los motores de
búsqueda faciliten la eliminación de información, conocida como el borrado de
datos personales. Para ejercer este derecho, se establece que el individuo debe
comunicarse primero con la entidad responsable de sus datos. Si no recibe una
respuesta satisfactoria, la Agencia Española de Protección de Datos actúa como el
organismo para presentar una reclamación. Este procedimiento garantiza que las
personas tengan un control real sobre los datos personales vinculados a sus
nombres en el entorno digital.
Derecho al olvido digital de personas fallecidas:
La Ley Orgánica 3/2018 amplía las medidas de protección, permitiendo a los
familiares y herederos solicitar la corrección o eliminación de información personal
perteneciente a individuos fallecidos. De hecho, existe la posibilidad de designar
como “albaceas digitales” a aquellas personas a quienes deseamos confiar esta
tarea después del fallecimiento.
¿Por qué es importante?
Imagina encontrarte con fotografías o perfiles digitales de un ser querido ya fallecido
mientras navegas por internet.
Cada individuo atraviesa el proceso de duelo y la angustia emocional de manera
única, y la presencia de recordatorios visuales de un ser querido fallecido puede
provocar emociones intensas y difíciles de sobrellevar.
Desde 2018, existe respaldo legal para el derecho al olvido, que permite eliminar la
presencia digital de personas fallecidas en cualquier entorno en línea. Plataformas
como Facebook e Instagram ofrecen opciones para gestionar los perfiles de quienes
han fallecido, desde eliminarlos completamente hasta convertirlos en espacios
conmemorativos, brindando alternativas para mantener viva la memoria digital.
Estas decisiones son importantes dada la cantidad de información personal
compartida en estos medios, que va desde fotos, vídeos hasta mensajes.
Borrado de “Huella Digital” en redes sociales
Las redes sociales se han transformado en espacios donde compartimos nuestras
vidas digitalizadas: nuestra rutina diaria, datos personales e incluso información
sobre nuestros amigos y familiares.
Además en ocasiones compartimos información e imágenes de nuestros hijos,
creando, sin darnos cuenta y sin que ellos sean conscientes, una huella digital con
las consecuencias que esto implica.
Este constante intercambio de datos tiene un gran impacto en nuestra privacidad
debido al potencial uso que terceros pueden dar a dicha información.
Por los motivos mencionados anteriormente y por muchos más, tenemos el derecho
al Olvido Digital, tal como se establece en la Ley Orgánica de Protección de Datos y
el Reglamento Europeo de Protección de Datos, los cuales ofrecen directrices claras
al respecto. Para solicitar la eliminación de datos personales en plataformas de
redes sociales, es necesario enviar una solicitud fundamentada y demostrar nuestra
identidad a través de los canales designados por dichos servicios.
En el caso de las personas fallecidas, se encargará de realizar este trámite sus
familiares o personas designadas para tal fin denominadas “Albaceas digitales”
Albaceas Digitales y Testamento Notarial
El nacimiento del término “Albacea Digital” surge como una solución para
administrar nuestra información digital en momentos en los que no podamos
encargarnos nosotros mismos, brindando seguridad y claridad a nuestros seres
queridos sobre el manejo de nuestra presencia en línea.
En un mundo donde la tecnología digital avanza a un ritmo vertiginoso, es crucial
comprender cómo gestionar nuestra presencia digital. Designar a un “Albacea
Digital” se vuelve fundamental para asegurar el control y la administración adecuada
de nuestros datos digitales tras nuestro fallecimiento.
¿Cómo designar un Albacea Digital?
El proceso para nombrar a este Albacea Digital es simple y se lleva a cabo mediante
la redacción de un testamento notarial, incluyendo contraseñas y detalles sobre
cómo deseamos que se manejen nuestros datos personales después de nuestro
fallecimiento. Para ello, solo necesitamos acudir ante un notario junto con la
persona elegida como Albacea, presentando los documentos de identidad
correspondientes.
Concluyendo:
En un entorno digital que avanza rápidamente, es crucial ser precavidos con lo que
compartimos y proteger nuestra identidad y privacidad, ya que la legislación en este
ámbito progresa de manera más lenta.
El derecho al olvido se presenta como una herramienta fundamental para
salvaguardar nuestra privacidad tanto durante nuestra vida como después de
nuestro fallecimiento.
Designar albaceas digitales y comprender los procedimientos en las redes sociales
son pasos esenciales para mantener un control sobre nuestra huella digital.
En síntesis, el derecho al olvido digital no solo representa un concepto legal, sino
también una manera de gestionar nuestra identidad y privacidad en la era digital,
abarcando desde la creación de perfiles conmemorativos hasta la eliminación de
datos personales.
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