Costumbres españolas para los funerales

Costumbres españolas para los funerales

Tiempo estimado de lectura: 8 min

Puntos destacados en este artículo:

  • Historia de las tradiciones funerarias en España
  • La influencia de la religión y la cultura
  • Rituales y simbolismo a partir de la Edad Media
  • Rituales y simbolismo a partir de la Edad Media
  • Procesiones fúnebres
  • Ritos de sepultura
  • Luto y duelo
  • Costumbres curiosas en los funerales en España
  • Cambios en las prácticas funerarias en la época actual
  • ¿Cómo es un funeral en España actualmente?
  • Pasos a seguir cuando ocurre un fallecimiento
  • ¿Qué es más común en España, la incineración o el entierro?

Las costumbres funerarias varían considerablemente de un país a otro, pero como factor común, en cualquier parte del mundo, independientemente de su cultura, cada sociedad ha buscado rendir homenaje a sus familiares fallecidos mediante diferentes tradiciones, algunas muy similares entre sí y otras realmente únicas. En España, los funerales se realizan con mucha solemnidad, respeto y llevando a cabo rituales muy arraigados en la cultura de este país a lo largo de la historia.

Historia de las tradiciones funerarias en España

Las costumbres funerarias varían considerablemente de un país a otro, pero como factor común, en cualquier parte del mundo, independientemente de su cultura, cada sociedad ha buscado rendir homenaje a sus familiares fallecidos mediante diferentes tradiciones, algunas muy similares entre sí y otras realmente únicas. En España, los funerales se realizan con mucha solemnidad, respeto y llevando a cabo rituales muy arraigados en la cultura de este país a lo largo de la historia.

La influencia de la religión y la cultura

Desde tiempos antiguos, la religión ha desempeñado un papel central en las prácticas funerarias de todo el mundo. En España durante la Época Romana, se practicaban rituales funerarios que incluían la cremación o la inhumación, dependiendo de las creencias religiosas y las costumbres locales. Con la llegada del Cristianismo, la forma en que se llevaban a cabo los funerales experimentó cambios significativos. La creencia en la resurrección y la vida después de la muerte influyó en la forma en que se honraba a los difuntos, con un énfasis en la oración, el entierro y el culto a los santos.

Rituales y simbolismo a partir de la Edad Media

Durante la Edad Media, los funerales en España estaban marcados por rituales elaborados y simbolismos religiosos no muy diferentes a las ceremonias fúnebres actuales. Las mismas se llevaban a cabo en las iglesias locales, donde se rezaban oraciones por el alma del difunto y se ofrecían misas en su memoria. Los entierros se realizaban en cementerios adyacentes a las iglesias, donde los cuerpos se sepultaban en ataúdes de madera o piedra. Estos cementerios se convirtieron en lugares de culto y peregrinación, con tumbas decoradas con símbolos religiosos y epitafios que honraban la memoria de los fallecidos.

Procesiones fúnebres

Otro aspecto importante de los funerales era la realización de procesiones fúnebres. Después de la ceremonia en la iglesia, el cuerpo del difunto era transportado en un ataúd hacia el cementerio o lugar de entierro. Las procesiones estaban acompañadas por familiares, amigos y miembros de la comunidad, que caminaban detrás del ataúd en señal de respeto y duelo. Durante el transcurso de los siglos, las procesiones fúnebres se fueron desarrollando y adquirieron mayor solemnidad y complejidad. En la España del siglo XVIII, las procesiones fúnebres eran eventos importantes y altamente ritualizados, especialmente para las clases sociales más altas y para aquellos que ocupaban cargos de importancia política o religiosa. Estas procesiones solían estar acompañadas por música solemne, símbolos religiosos y una gran cantidad de participantes vestidos de luto. Los restos del difunto eran transportados en un ataúd decorado y llevado en hombros por portadores especialmente designados. La procesión se dirigía hacia la iglesia o el lugar de entierro, donde se llevaba a cabo la ceremonia final.

Ritos de sepultura

Una vez que el cuerpo llegaba al lugar de entierro, se llevaban a cabo una serie de ritos de sepultura. Estos incluían la lectura de oraciones, el rociado de agua bendita y la colocación de objetos simbólicos en la tumba. La sepultura se consideraba un acto sagrado.

Luto y duelo

El período de luto y duelo después de la muerte de un ser querido era una parte importante de los rituales funerarios. Durante este tiempo, los familiares y amigos del difunto vestían prendas de luto y no participaban en actividades sociales y festivas.

El duelo podía durar varios meses o incluso años, dependiendo del grado de parentesco y la posición social del difunto. De hecho, el protocolo en caso de muerte fue impuesto por los Reyes Católicos. Ellos fueron los primeros en asociar el color negro con el luto, ya que antes se vestía de blanco en estas ocasiones. También establecieron que los entierros debían realizarse de la forma más discreta posible, sin exceso de llantos y gritos. Pero el duelo de los Reyes Católicos imponía condiciones tan estrictas que el Concilio de Toledo lo desaprobó, y fue Felipe V quien definió un nuevo protocolo. Uno de estos cambios incluía el primer año de luto de la viuda, que debía vivir en una habitación tapizada de negro y solo después de ese año podía incorporar elementos de decoración en tonos más claros. Después del Concilio, el color negro en el hogar se limitaba a alfombras y cortinas. Esta nueva ley para vivir el luto incluso especificaba que alrededor de la cama mortuoria debían encenderse exactamente ocho velas o qué tipo de tejidos llevar.

Con el tiempo, estas costumbres se han ido perdiendo gradualmente y este cambio ha sido positivo especialmente para las mujeres, ya que llevaban el luto de forma más visible y durante más tiempo, incluso durante toda su vida. Ante la muerte del esposo o la esposa, así como de los hijos, el riguroso luto duraba dos años; un año para los padres y seis meses para hermanos y abuelos. Pasado este tiempo, se pasaba al “medio luto”, y el color negro daba paso a colores como el gris o el malva.

Es importante destacar, e increíble de creer desde nuestra perspectiva actual, que las mujeres que perdían a su esposo debían obligatoriamente vestir de negro de pies a cabeza, incluida la ropa interior, los accesorios y las joyas. Las únicas piedras que podían llevar eran el azabache, la amatista y el ónice, por ser piedras oscuras. Esta obligación se mantuvo en España durante muchos años y era cumplida por las viudas de por vida.

Después del primer año, los hombres, en cambio, llevaban una cinta negra en el sombrero y en las solapas de la chaqueta, así como gemelos negros. Aunque en la actualidad el duelo no tiene tanto peso como en siglos pasados, aún conservamos muchas costumbres en los funerales oficiales, como vestir de negro o expresar condolencias a la familia.

Costumbres curiosas en los funerales en España

Es interesante mencionar dos costumbres curiosas en las tradiciones Españolas del pasado. Una de ellas son las plañideras, mujeres que se contrataban para llorar en los entierros y que daban un toque especial a un funeral. Por último, no podemos olvidar que en el siglo pasado, a las mujeres no se les permitía asistir a los entierros y, si lo hacían, se sentaban en bancos separados de los hombres.

Cambios en las prácticas funerarias en la época actual

Con el paso del tiempo, las prácticas funerarias en España han evolucionado para adaptarse a los cambios sociales y culturales. Esto se debe en gran parte a la menor influencia de la religión y a la convivencia de diferentes culturas debido a la emigración. Esto se refleja en funerales que se vuelven menos religiosos y más centrados en dar un homenaje a la vida del difunto. Si bien en la actualidad, los funerales en España siguen siendo una mezcla de tradición y modernidad, algunas familias optan por seguir las prácticas religiosas tradicionales y otras eligen realizar un velatorio para dar un último adiós a la persona fallecida sin servicio religioso. Además los avances en la tecnología y la comunicación han cambiado la forma en que se organizan y llevan a cabo los funerales, con la posibilidad de transmitir servicios en línea para aquellos que no pueden asistir en persona. Por otra parte, se ofrecen servicios en los que se usan ataúdes biodegradables, que reflejan la creciente conciencia ambiental, o empresas que ofrecen soluciones para incorporar cenizas como sustrato para hacer crecer un árbol con las mismas, procedimiento que por cierto no es sencillo y que no se aconseja realizar de forma casera, ya que verter las cenizas directamente en la raíz de una planta no permite su crecimiento. En España actualmente existen pocas empresas que ofrecen estos servicios para poder incorporar las cenizas como sustrato y poder hacerlo de forma segura, entre las más importantes tenemos: dos que lo hacen con cartón, la Bios Urn y la The Tree Remembers, una que es biosoluble por estar hecha con poso de café, la Koffie y la cuarta Semper Vivens que vende urnas que se alimentan de las cenizas crematorias y germinan a las tres semanas. Alternativas sin duda interesantes para preservar el recuerdo de nuestros seres queridos.

¿Cómo es un funeral en España actualmente?

Los funerales en España suelen ser de carácter religioso o laicos y a diferencia de las tradiciones que se llevan a cabo en otras culturas, se caracterizan por su rapidez. En el caso de los funerales religiosos, un sacerdote oficia la despedida. En ellos, el ataúd se ubica junto al altar de las iglesias presidiendo el templo. Normalmente se acompaña de decoración floral como coronas o centros de flores naturales. Durante la misa se pronuncia un sermón y los familiares, o quienes deseen, dicen algunas palabras recordando al difunto. La ceremonia acostumbra a tener una duración de menos de una hora, pero esto depende de lo que decida la familia, ya que puede llegar a extenderse más.

Los pasos a seguir cuando ocurre un fallecimiento son los siguientes:

● Contacto con los servicios médicos: cuando ocurre un fallecimiento, lo primero que la familia o los allegados deben hacer es contactar con los servicios médicos para que puedan certificar la defunción. Esto puede ocurrir en el hogar, en un hospital o en otro lugar.

● Contacto con la funeraria: una vez que se ha certificado la defunción, la familia llama a una funeraria para encargarse de los arreglos del funeral. La funeraria se encarga del traslado del cuerpo hasta el lugar donde se realizará el servicio fúnebre, ya sea un crematorio o un cementerio, y se encarga de todos los aspectos relacionados con la gestión del funeral.

● Servicio fúnebre: el servicio fúnebre puede incluir una ceremonia religiosa, como una misa, una ceremonia civil o simplemente un velatorio para que la familia pueda despedirse. Además de decoración floral, catering, así como todos los servicios que la familia desee para la ceremonia.

● Entierro o cremación: una vez finalizado el servicio fúnebre, se procede al entierro o a la cremación del cuerpo. El entierro, también conocido como inhumación, implica la colocación del cuerpo en un cementerio, mientras que la cremación implica la incineración del cuerpo y la disposición de las cenizas. Hay que tener en cuenta que el tiempo entre la muerte y el entierro o incineración no puede ser inferior a 24 horas en España.

● Gestiones administrativas: la funeraria se encarga de realizar todas las gestiones administrativas necesarias, como el registro del fallecimiento y la obtención de certificados.

En Fuensol Servicios Funerarios ofrecemos una amplia variedad de servicios para ayudar a las familias y que no tengan que preocuparse por nada en esos momentos difíciles. Nos encargamos del traslado del cuerpo hasta el lugar de la cremación o entierro, así como de todos los aspectos relacionados con la gestión del funeral, desde la elección del ataúd, urna, hasta los arreglos florales, catering y la ceremonia religiosa en cualquier credo o laica, si así se desea. Además, nos encargamos de realizar absolutamente todas las gestiones administrativas necesarias.

¿Qué es más común en España, la incineración o el entierro?

El entierro, también conocido como inhumación, suele ser la opción más habitual fuera de las grandes ciudades por cuestiones religiosas o tradiciones culturales, pero actualmente ha adquirido mucha relevancia la incineración o cremación, siendo un 40% de las defunciones en España en las que se opta por este servicio. Cada vez son más las personas que se decantan por solicitar una incineración, debido a la rapidez del proceso y por la flexibilidad que supone transportar las cenizas a otros lugares, principalmente en el caso de personas extranjeras.

En resumen, en España como resultado de una sociedad más diversa y menos influenciada por la religión las ceremonias funerarias han pasado de ser mayoritariamente religiosas y tradicionales a incluir opciones laicas e incluso a optar en gran medida por una incineración o por servicios completamente nuevos más alineados con la conciencia del cuidado medioambiental.

Sobre el autor

admin administrator

Deja una respuesta