La muerte de un ser querido, es uno de los momentos más difíciles y traumáticos de nuestra vida, supone un reto de gran envergadura que puede invadir a los afectados incluso después de que el golpe emocional de la pérdida se haya dispersado.
Aprender de la pérdida ofrece un nuevo punto de vista sobre el duelo a las personas que han padecido alguna pérdida y a los profesionales que deben y pueden ayudarlas, como psicólogos o familiares. Se trata de un libro tan apasionante en su aspecto emocional como en el teórico, muy recomendable.
Incluye una lista de recursos como: otros libros, organizaciones y sitios en internet que permitirán al lector profundizar en cada uno de los temas que trata. Toda una gran guia.
Según Neimeyer; Hay una excesiva superficialidad y simplicidad de las teorías tradicionales sobre el duelo.
Neimeyer desarrolla una nueva teoría sobre el duelo como proceso de reconstrucción de significado y considerándolo un proceso activo de transformación.
La lectura del libro, de forma profunda y reflexiva, ayuda al lector a movilizar los recursos personales para lograr su curación. Sugiere la ritualización para conservar el recuerdo.
La pérdida tiene muchas caras y facetas. A lo largo de la vida hemos sufrido pérdidas económicas, de roles sociales, familiares, de trabajos que nos han echado, e incluso disminución de facultades mentales o físicas, por accidentes o situaciones que nos han superado… Pero todo puede tener un fin y un mejor paradero que la tristeza.
En este estimulante libro, Robert A. Neimeyer muestra un «mapa» del proceso del duelo, que se vive ante la muerte y ante muchas otras pérdidas, y explica cada una de sus facetas intercalando ejemplos y ejercicios para facilitar el tránsito.
Aprender de la pérdida se basa en una investigación clínica y resulta una herramienta útil para los terapeutas; no obstante accesible a lectores no especializados por su lenguaje sencillo y las aplicaciones personales que incluye, para que todo sea compresible.
Después de leer Aprender de la pérdida, nos deja con un poso de esperanza de poder vivir plenamente la vida, cada día.
Neimeyer se muestra en claro desacuerdo con el concepto de fases, ya que considera que favorecen la creencia de que la persona desempeña un papel pasivo frente al proceso. Neimeyer prefiere hablar en términos de desafíos, queriendo subrayar así la importancia del papel activo de la persona en su duelo. Así, la persona que sufre una pérdida debe desarrollar una serie de tareas, éstas son referidas como los desafíos del duelo. También son cinco puntos que veremos en la próxima artículo de nuestro blog.
Seguiremos hablando sobre este libro, en el próximo artículo.