La muerte puede llegar en el momento menos pensado, este es uno de los aspectos de la vida que no se puede planificar; en la actualidad, la facilidad para viajar y el intercambio comercial de las empresas a nivel mundial permiten que la movilización internacional sea un aspecto que forma parte de la cotidianidad, por esto las eventualidades por factores accidentales, causas climáticas, enfermedades inesperadas o de otros factores que puedan ser causantes de muerte sean más frecuentes de lo que se puede pensar.
Por lo que en función de cómo suceda y de dónde se presente, se debe seguir con una serie de trámites para la repatriación de nuestros familiares o seres queridos, que por lo general consisten en:
- Comunicarse con los organismos policiales: Los agentes de seguridad son quienes se encargarán de emitir los documentos de legalidad sobre el motivo o causa de la muerte, en el caso de haber sido bajo condiciones en las que se sospeche de violencia, darán inicio al proceso de investigación; en este caso, los trámites los va a determinar el ente encargado en función de la gravedad del asunto.
- Solicitar el certificado de defunción: al igual que en el lugar de origen o residencia, el encargado de llenar el formulario que dará certificación de la defunción va a ser el médico que examine y verifique el deceso de la persona.
- Comunicarse con una funeraria local: Al verificar que todo está en orden con el cuerpo del difunto, se debe contactar con una funeraria que preste el respectivo servicio de preparación del cuerpo y conservación por el tiempo en que va a durar el proceso legalización de documentos para la repatriación, que por lo general es de cuatro días como mínimo.
- Comunicarse con el consulado del país de origen para solicitar los permisos correspondientes: Se debe dirigir una carta al consulado para solicitar la autorización del traslado y entrada del cadáver al país, a la que se debe anexar los documentos comprobatorios de la identidad y certificado de defunción del país en el que se produjo la muerte y del país de origen, junto con el certificado de tanatopraxia realizado. Este trámite de repatriación tiene un costo aproximado que va entre los 6.000 € y 10.000 €; hay casos, en los que el difunto en vida ha contratado con su aseguradora este servicio, así que los gastos pueden estar cubiertos.
- Contratar un servicio de embalaje y carga: Este se debe solicitar para el traslado de los restos, si se va a trasladar el cadáver en urna o si se va a transportar las cenizas, en ambos casos el servicio debe constatar la seguridad y manejo de los restos.
- Avisar a la funeraria local el retiro y depósito de los restos: El traslado lo debe hacer una empresa funeraria, así que, al llegar al lugar de origen, esta debe estar a la espera de los restos del difunto.
Las empresas funerarias de España, en general, ofrecen el asesoramiento correspondiente pues en la actualidad este tipo de casos pasa de ser una eventualidad a ser un evento común, así que Fuensol, su funeraria en Málaga de confianza, está igual de capacitada que las de Madrid o Barcelona para prestar asistencia a los familiares.
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