119.113 fallecidos por covid-19, según los servicios funerarios

119.113 fallecidos por covid-19, según los servicios funerarios

Ha pasado un año y España sigue asediada y saturada por la pandemia de la covid-19. Según el gobierno, que preside Pedro Sánchez, a primeros de enero superamos los dos millones de infectados (2.740.000) y habrían muerto 58.319 personas a causa del virus de origen chino. No es cierto.

El Instituto Nacional de Estadística, organismo oficial del Estado, cifra el exceso de mortalidad de 2020 en 86.112 fallecimientos respecto a 2019. Cada semana el INE actualiza, siempre al alza, “la variación anual de defunciones” con carácter retroactivo. También nos ha informado de “que en los primeros cinco meses del año 45.684 personas murieron de covid-19, 32.652 con “virus identificado” y 13.032 con “sospechoso”. En esa misma nota incluyó otros “4.218 casos en los que la covid-19 ha contribuido al fallecimiento de dichas personas”. Todo un galimatías de números que ni siquiera cuadran en las notas de prensa oficiales.

Los comienzos fueron terribles pero los meses sucesivos siguen la misma senda.

Los últimos datos a los que ha tenido acceso Libertad Digital sitúan la cifra de fallecidos por covid-19 hasta el 19 de enero en 119.113 personas. Nótese que según el INE el exceso de mortalidad por todas las causas hasta finales de diciembre es de unas 87.000 personas. Juan Antonio Alguacil, tanatopractor con certificación, docente y miembro de la NFDA norteamericana, nos explica que “varias entidades de personal de los registros civiles” han obtenido este dato tras hallar otra cifra espeluznante: “Desde el 14 de marzo”, día en el que Sánchez decretó el estado de alarma, “hasta el pasado 19 de enero, han muerto cada día por coronavirus una media de 383 personas”. 383 fallecidos diarios registrados. Estas estadísticas superan todos los cálculos y, ahora más que nunca, sería necesaria esa “transparencia informativa” de la que presumía hace un año el exministro de Sanidad y candidato del PSOE a las próximas elecciones catalanas.

Alguacil asegura que los números “no cuadran ni van a cuadrar. Es evidente que no quieren que se sepa la cifra total de fallecidos”, y recuerda aquellos meses en los que recogían cadáveres en domicilios, residencias u hospitales, sin test de confirmación de la enfermedad. Hay un error insalvable de origen. Según Alguacil, “la explicación es palmaria, la ignominia de todos los gestores. Al final, he llegado a pensar que nunca sabremos la cifra total de fallecidos porque desde el minuto uno se está mintiendo, no se dice la verdad, se esconde. Nunca ha habido claridad”. Precisamente fueron los servicios funerarios los primeros en advertir en enero de 2020 de un incremento notable e inexplicable de muertes por neumonía bilateral. Es un asunto vergonzante, que nos sitúa con la peor tasa de mortalidad mundial (muertos por habitante).

Éste es un asunto que el relato del gobierno ha conseguido ahogar. Se ha censurado en los medios de comunicación, evitado en los debates y regateado en la opinión pública, en definitiva, está desaparecido de la memoria histórica que prevalecerá.Hay muchos más fallecidos de 60 años que en la primera ola

Son muy pocos los peritos, funcionarios, voces autorizadas que se atreven a denunciar el desfase de los datos y a pedir transparencia a los responsables, “hay miedo”, asegura Juan Antonio Alguacil. De los registros a los funerarias. Este sector, acostumbrado a tratar con números pero también a acompañar en el dolor de la última despedida pasa por algo que nunca imaginó, “hay que recordar una cosa y lo tienen que tener muy presente: cada fallecido deja una vida, es una familia. Quizá nunca lo pague nadie judicialmente pero la historia les juzgará. Esto no se hace”.

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